Dos Gaditanos en Andoain, País Vasco #GaditanosFueraDeCadiz
Hace un par de años que llegamos al País Vasco, todo muy inesperado y rápido. Surgió la oportunidad repentina de trabajar en Andoain, Guipúzcoa, y allí que nos fuimos prácticamente sin pensarlo. La situación en Cádiz no está para tirar cohetes, qué os voy a contar que no sepáis, así que a la mínima ocasión que tuvimos, cogimos ropa, algunos utensilios de cocina, mantas (que no falten que hace un frío que pela) y nuestras ganas de vivir una experiencia nueva. Empezar de cero en una ciudad desconocida, sin conocer a nadie, todo muy distinto, pero con el apoyo del uno y del otro, Pedro y yo, María.
Cádiz y País Vasco, ¡Polos opuestos!
No tardamos mucho en darnos cuenta que esto no tenia nada que ver con Andalucía y mucho menos con Cádiz. Mires donde mires todo es verde, montañas, ovejas, diferencias en el idioma, costumbres… en fin, un cambio radical. Andoain es una pequeña ciudad de apenas 15.000 habitantes, que si lo comparamos con Cádiz que tiene aproximadamente 125.000, ya os podéis imaginar. Muy diferente, ¡Vida rural!.
Aún así, como buenos gaditanos siempre buscamos la forma de sentirnos como en casa, haciendo planes o encontrando sitios que nos recuerden a nuestra tierra y compartiendo con nuestras amistades vascas lo bonito y diferente que es el sur. Los días en el País Vasco suelen ser nublados y lluviosos, no es de extrañar que estemos una semana entera con paragüas en mano, así que cuando el sol se atreve a salir, nos sentimos «más cerca» de nuestra tierra. Estos días solemos acercarnos a San Sebastián, a la Playa de la Concha, que tenemos apenas a 15 kilometros, para mirar al horizonte y recordar la luz de Cádiz.
Salir de pintxos e incluso cenar en Donosti es bastante caro y nos resulta imposible encontrar locales donde sirvan comida típica del sur, así que intentamos en casa hacer nuestros pinitos como cocineros. Aquí ayuda la sabiduría gastronómica de nuestras madres, en la que nos hemos apoyado para cocinar recetas típicas de Cádiz como la carne al toro, papas aliñás, pescaíto frito o incluso tortillita de camarones.
Estéis donde estéis, y aunque sigáis enamorados de Cádiz, ¡Eso nunca se pierde!, encontrad vuestro lugar en la ciudad donde viváis, hacedla vuestra llevando a cabo aquello que hacíais en el sur. En Cádiz disfrutábamos recorriendo la costa gaditana de sendero con nuestra perrita Boba, con la que ahora en nuestros dias libres vamos descubriendo los rinconcitos con encanto que tiene el País Vasco, como subir al monte Urbasa o de sendero por el río de nuestro pueblo. Así podemos seguir disfrutando de nuestro hobby aunque sea lejos de nuestra tierra. El País Vasco esconde muchos parajes que os invitamos a conocer, no os decepcionarán. ¡Agur!
Si quieres contarnos tu historia de cómo vive un gaditano en otras ciudades de España, mándanos unas líneas a este email y la publicaremos.
