Visitar Castellar de la Frontera

Visitar Castellar de la Frontera

La villa de Castellar de la Frontera forma parte de la comarca del Campo de Gibraltar. Limita con los municipios de San Roque, Jimena de la Frontera, Los Barrios y Alcalá de los Gazules. Se sitúa dentro del Parque Natural de los Alcornocales, pulmón verde de la comarca, y forma parte de la «Ruta del Toro«.

Entre sus peculiaridades decir que Castellar de la Frontera está formado por tres núcleos de población: Castellar Viejo, situado en el interior de la fortaleza, Castellar Nuevo, a nueve kilometros, y La Almoraima, que se sitúa a un kilometro de Castellar nuevo. El pueblo viejo fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1963.

Visitar el Castillo de Castellar de la Frontera

La razón primordial para visitar Castellar de la Frontera es su magnifico castillo, que erigido sobre un promontorio rocoso domina toda la Bahía y el Peñón de Gibraltar. La fortaleza Nazarí data del siglo XII-XV encontrándose en perfecto estado de conservación, dentro del castillo se halla uno de los pocos ejemplos que existen de núcleo habitado en el interior de una fortificación y es único en España. Conserva un marcado carácter medieval, con su sinuoso trazado de calles limpias y encaladas, pasear por sus calle es volver a la Edad Media en todo su esplendor.

El Castillo de Castellar de la Frontera se ha reconvertido en hotel, el cual posee una habitación dedicada al actor malagueño Antonio Banderas. La habitación se encuentra en el punto mas alto del Castillo y desde su terraza podemos contemplar la serranía de Ronda y el embalse de Guadarraque.

Las casas de Castellar Viejo, en su mayoría están habitadas por extranjeros y por una floreciente comunidad de artistas y artesanos. Cuando nos encontremos entre sus calles deberemos preguntar por los «Avileses», son los descendientes de los fundadores del pueblo de Castellar de la frontera, e hijos predilectos de la misma.

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Visitar la Iglesia Divino Salvador en Castellar Nuevo

Otra de las razones para visitar Castellar de la Frontera, la encontramos en Castellar «Nuevo. Un pueblo totalmente moderno, con amplias calles y plazas y donde se ubica la Iglesia Divino Salvador que alberga la imagen del Santísimo Cristo de la Almoraima, señor de Castellar, imagen traída por los hermanos de la orden de los Mercedarios y muy venerada por numerosos fieles. Como curiosidad decir que la imagen procesiona dos veces al año, el Viernes Santo, y el primer domingo de mayo. Destacar que la Iglesia del Divino Salvador cuenta con un pasadizo llamado algorfa que la une con el Alcázar.

Visitar la Finca «La Almoraima»

La tercera razón es la finca La Almoraima, propiedad del Ministerio de Medio Ambiente y con más de catorce mil hectáreas. En la finca podremos descansar en el hotel, antiguo convento del siglo XVII, que ofrece la posibilidad de disfrutar de la que ha sido nombrada como “la última selva mediterránea”, además de disfrutar de un abanico de actividades como las visitas a las labores de la finca: Saca tradicional del corcho, actividad principal de la finca, explotaciones ganaderas, con reses retintas, autóctonas de la zona, y agrícolas, destacando las extensiones dedicadas a los cítricos. Un sin fin de rutas, ya sea a caballo, a pie, en bicicletas o en todo terreno. Otra actividad interesante es el avistamiento de aves y fauna salvaje y las visitas a las cuevas con arte rupestre (Cuevas del Cancho, los del Tajo y Abejera), ya que los orígenes de Castellar de la Frontera se remontan a la Edad del Bronce.

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Visitar el Zoo de Castellar de la Frontera

La cuarta razón la encontramos en el Zoo de Castellar de la Frontera. A pesar de su tamaño, Castellar cuenta con un importante zoo, con todo tipo de especies, y que colabora con las fuerzas del estado, dando refugio a los animales incautados en la frontera.

Comer Boronea en Castellar de la Frontera

La quinta razón para visitar Castellar de la Frontera la encontramos en su gastronomía, su cocina esta emparejada a las carnes de caza, especialmente al venado, así como al conejo y la perdiz. No debemos dejar de saborear la chantarela, una seta del lugar, y que se exporta incluso al extranjero, y sobre todo la Boronea, un guiso de calabaza, patatas, cebolla y huevo frito, plato típico de la cocina de Castellar de la Frontera.

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