Dos Gaditanos al otro lado del Estrecho, Ceuta #GaditanosFueraDeCadiz

Irme de Cádiz fue algo que sabíamos que iba a pasar tarde o temprano desde que mi pareja aprobó las oposiciones para ser sargento del ejército de tierra y cogió una especialidad que no tenía destino en nuestra provincia y mucho menos en San Fernando, de donde somos. Tras dos años de incertidumbre, un día entró por la puerta exclamando, ¡Ya tengo la plaza, nos vamos a Ceuta!

El comienzo de mi aventura fuera de Cádiz

Nunca olvidaré el 1 de octubre de 2012, un día de emociones encontradas. Por la mañana ponía fin a mis estudios de informática entregando el proyecto fin de carrera, ¡Alegría inmensa!, sin embargo, por la tarde, me montaba en un barco para cruzar el Estrecho de Gibraltar destino a una ciudad que desconocía totalmente, a la que no sabía si me iba a adaptar, lejos de mi familia, mis amigos y todo lo que había sido mi día a día durante años. Empezaba una nueva aventura independizándome con mi pareja (cosa ya complicada de por sí) sin ayuda y sin más compañía que él mismo.

No fue fácil adaptarme. Mis primeras sensaciones fueron de mucha soledad, por ello incorporamos un nuevo miembro a nuestra familia, la que hoy día es mi más fiel compañera, la que me sigue por la casa todo el rato para no perderme de vista, mi perrita, ¡Maya!. Era cuestión de tiempo, de intentar involucrarme en la vida en Ceuta con nuevas rutinas, así que poco a poco fui conociendo gente, en el gimnasio, con los compañeros más cercanos de mi pareja o en el trabajo. Al final fuimos ampliando el círculo y sintiéndonos más arropado.

La situación en Cádiz es complicada laboralmente hablando y uno de los motivos por lo cual no quería venir a Ceuta es porque aquí la cosa está prácticamente igual, así que me aventuré a hacerme autónoma (o freelance que suena mas cool) esperando mantener mi tiempo ocupado y avanzar profesionalmente. Ahora, afortunadamente, compagino el trabajo de mis clientes particulares con mi trabajo de informática en la oficina del Instituto Nacional de Estadística de Ceuta. Puedo decir que en el ámbito laboral nos sentimos plenos y satisfechos ya que Carlos, mi pareja, también tiene un trabajo muy bueno con compañeros geniales.

Ceuta, un lugar por descubrir

Ceuta tiene un montón de alternativas de ocio, todo un descubrimiento. Hay una cultura del tapeo brutal (sorpresa grata que nos llevamos), tenemos el parque marítimo del mediterraneo, un sitio paradisiaco de piscinas naturales de agua marina, podemos realizar distintos deportes acuáticos e ir con el kayak por el único foso navegable del mundo mientras te cuentan las historias de las murallas reales, podemos hacer senderismo por el monte o pasar el día en la playa, lo que más gusta.

La verdad es que nos hemos acostumbrado perfectamente a convivir con las distintas culturas de aquí (principalmente cristiana, musulmana y judía) y en casa lo mismo un día comemos pucherito de arroz que un cous cous con especias morunas. Siempre hacemos nuestra “vida gaditana” dentro de casa combinándola con las tradiciones de aquí, digamos que intentamos aprovechar y disfrutar lo mejor de cada sitio. La realidad de Ceuta dista mucho de lo que sale en los medios y la percepción general sobre este lugar, pena me da que sea tan desconocida, pues todo el que viene a visitarnos se lleva una grata sorpresa y se va deseando volver.

Cosas que se echan de menos de Cádiz

Aunque ahora estemos súper felices aquí, echo muchísimo de menos un montón de cosas de Cádiz. La playa de arena fina, ya que aquí es de piedrecitas, el ambientazo en verano de los chiringuitos en Conil, los puestos de pescaito frito en la calle con ese olorcito típico del freidor, las típicas señoras y señores con el arte gaditano que NO se encuentra en ninguna parte, los «cargaores» meciendo los pasos de esa manera tan bonita y única como lo hacen en la Semana Santa isleña, y sobre todo, anhelo viajar sin tener que estar constantemente pendiente del viento que hace…

Cuando estoy aquí echo muchísimo de menos Cádiz, pero cuando voy de vacaciones a San Fernando empiezo a echar en falta esto. Al fin y al cabo eso es lo bonito, llevarte un trocito de cada lugar en el que vivas. Yo creo que dentro de unos años seré un poquito de cada parte.

¿Volver a Cádiz? De momento, por suerte o por desgracia, no es una opción. Mi pareja no tiene posibilidades de tener un destino cerca de la provincia, no podemos hacer planes a largo plazo pues hoy estamos aquí y quizás dentro de 4 años os esté contando mis aventuras y desventuras por Zaragoza, Valladolid o la costa de Valencia, pero tenemos en mente comprarnos nuestra casita en San Fernando, con la ilusión y la esperanza de en un futuro tener ahí la que siempre ha sido y será nuestra casa.