Un gaditano en Alemania: Abstatt #GaditanosFueraDeCadiz

Hace bastante tiempo que podeis ver en los telediarios como se habla de la «fuga de cerebros» de jóvenes españoles a otros países europeos, entre otras los movimientos de ingenieros a Alemania. Normal, ante la falta de oportunidades en España, y después de haber invertido parte de nuestra juventud en formación, en algún lado habrá que labrarse un futuro, ¿no?. Entre estos jóvenes con formación me encontraba yo allá en 2006, ingeniero informático al que no le pintaban demasiado bien las cosas en Cádiz, saliendo adelante con trabajos, la verdad, muy mejorables, que aprovechó y busco la oportunidad de iniciar una nueva experiencia laboral lejos de su tierra para crecer profesionalmente y tener miras de formar una familia.

Abriéndome un camino en Alemania

Mi experiencia como gaditano fuera de Cádiz ha pasado por dos etapas, las dos en Alemania. La primera de ellas desde 2006 a 2009, y la segunda, tras un paréntesis en Cádiz, desde 2012 hasta el día de hoy. No ha sido un camino fácil, pero sin duda más emocionante de lo que me esperaba en Jerez, de donde soy yo.

Actualmente vivo totalmente independizado en Abstatt, 40 kilometros al norte de Stuttgart, un pueblo pequeño de unos 2.000 habitantes al que da vida un Centro de desarrollo de Bosh Engineering con más de 3.000 ingenieros, allí es donde trabajo. Para llegar a esta situación he pasado por otros empresas y ciudades, no me ha faltado un poco de turismo por Alemania, la verdad. He vivido en Wetzlar, cerca de Frankfurt, en un piso compartido con otros ingenieros gaditanos que trabajaban en el mismo proyecto que desarrollábamos para Philips, y también en Kronach, al norte de Nuremberg, alojandome en una especie de «aparthotel». ¡Experiencias de todo tipo! Lo más complicado de todo, sin duda, conciliar la búsqueda de un futuro y el trabajo en otro país con la familia.

Cosas que un gaditano debería tener en cuenta al mudarse a Alemania

1. Es muy complicado que te hagas rápidamente amigo de un alemán y, como quien dice, en esa misma noche te vayas a tomar cervezas con él. Los alemanes tienen su propio «ritual» de la amistad. El proceso es un poco más lento que en España, y sobre todo en Cádiz, que muchas veces parece que nos conocemos de toda la vida. Primero eres conocido, después conocido «próximo»… Es posible que al principio te puedas encontrar un poco solo, pero tranquilo, hay españoles por todos lados, y con ellos si se hace piña enseguida, en mi caso por ejemplo todos los jueves quedamos los españoles de Abstatt. Además, las empresas suelen organizar actividades, como karting, para que los compañeros socialicen.

2. Como el sentido del humor de Cádiz, ninguno. Aunque como en todos lados hay de todo, los alemanes también tienen bastante sentido del humor. Eso no lo deberíais echar en falta.

3. ¡Olvidaos del tapeo! Aquí no se estila ese tipo de gastronomía. Tampoco nada de pescaito. La cocina es totalmente diferente, agenciaros buenos «tuppers» para subir comiida de Cádiz.

4. Aunque la zona en la que vivo es de las más soleadas de Alemania, y en verano no se nota mucho, los inviernos son muy oscuros, echaréis en falta la luz de Cádiz. Afecta bastante al estado de animo no tener tanta luz, en mi caso, siempre ando en casa con las luces encendidas.

5. Los alemanes suelen planificar las cosas con mucha antelacion, no son amantes de los planes repentinos. Ya sabéis que se dice que son cuadrículados, no os lo voy a negar, son muy organizados.

6. Aunque hay terrazas en verano, no suele ser lo habitual, el ocio en Alemania suele ser interior.

7. En Alemania se tiene mucha conciencia por la familia, son «Family friendly«. Todo está muy orientado a la familia y facilitar la vida con los niños. (Gimasios con guardería, fiestas con espacio para niños, guarderías en los centros de trabajo…)

Costumbres gaditanas en Alemania

Aunque sinceramente es difícil que regrese porque las condiciones laborales que hay en Alemania no se encuentran en España, y mucho menos en Cádiz, indudablemente echo de menos mi tierra. Allí sigo haciendo cosas que solía hacer en Cádiz como salir en bici, siguiendo el río del pueblo en el que vivo, cuando el tiempo acompaña, o meterme en la cocina para intentar hacer algunas recetas gaditanas, como el puchero, que con el frío que hace aquí no viene nada mal. También intento trasladar un poco de la cultura de Cádiz a los alemanes, es muy típico por ejemplo que cuando alguien se casa o tiene un niño lleve un desayuno a la empresa, en mi caso, les deleite con una tortilla de patatas y queso payoyo.